Historias deportivas para no dormir

Pónganse en situación: un acontecimiento deportivo. Un equipo de trabajadores de Servicios Informativos de Televisión Canaria acude a cubrirlo, como es habitual, para grabar planos a pie de campo, ambiente y reacciones. El acontecimiento, además, se retransmite en directo por Televisión Canaria.

Ni redactor ni cámara llevan puesta la camiseta verde en esta ocasión: ante la perspectiva de negociación, prima la buena voluntad. El cámara se ubica donde lo hace habitualmente, cerca de donde está situado el puesto de cámara de la retransmisión en directo, pero con la distancia suficiente para que nadie moleste al otro en su trabajo. Como siempre. Son profesionales.

Pasan los minutos. Antes del final de la primera parte, de repente, el cámara de Servicios Informativos recibe una llamada. Su jefe.
-"¡Oye, que me dicen que no pueden poner el plano corto porque estás tú delante con la camiseta verde!"
-"¿Cómo? ¡Pero si yo no he traído la camiseta verde!"
-"¿En serio? ¡Pues me acaban de decir que incluso ha bajado un directivo del Ente Público, (dice el nombre), a pedirte que dejes de molestar y tú le has dicho que sigues ahí y te niegas a quitarte!"
-"¡No j--as! Pues yo con él no he hablado. ¿Está aquí?"
-"Sí, está en el palco, suele ir a los partidos"
-"Tío, pues si está en el palco, me habrá visto y se habrá dado cuenta de que voy DE BLANCO"
-"¿Y el redactor?"
-"De gris. ¡Que ni nos hemos puesto en medio de los planos, ni llevamos las camisetas verdes, hombre! Estamos currando. Mira, seguramente nos puedes ver cuando pinchen el plano general. Estamos en el ataque del equipo local."
-"Ya, ya, si te creo, pero me han llamado para decirme esto."
-"Pues se lo han inventado, tío. ¡Mira la emisión, hombre, para que veas lo que hay de verdad!"
-"Ya, ya, nada, hombre, tranquilo. No hay problema. Que se de bien el partido".
-"Gracias, tío, adios."
-"Adios"

El cámara entonces mira a su compañero cámara, que está en directo trabajando y obviamente no está inventando historias, bastante tiene con el directo. El redactor se acerca al cámara de Servicios Informativos en el medio tiempo y le pregunta "¿Qué ha pasado?". El cámara de Servicios Informativos, aún estupefacto, le relata la historia. Ambos, incrédulos, siguen trabajando, preguntándose cuándo se cansarán de torpedear la labor de los trabajadores los días que no hay huelga, y se dedicarán a hacer lo lógico, ayudar a que se resuelva el conflicto.