Video (Report) Killed The Radio Star

El siguiente texto, recibido en nuestro e.mail, representa la opinión de uno de los trabajadores, y no necesariamente la del colectivo.

Video (Report) Killed The Radio Star

Esta canción de The Buggles siempre me ha gustado mucho. Cuando un grupo la tocó en el concierto de Caja de Resistencia de la Plaza del Pilar, en una versión mucho más cañera, pensaba que estaba oyendo una versión del tema, no una profecía.

Pero en Videoreport Canarias se han empeñado en llevarme la contraria y, efectivamente, era una profecía. Porque ahora, de la nada, sin venir a cuento, quieren que sus trabajadores hagan, además de todo lo que hacen ya para servicios informativos (que es para lo que fueron contratados y para lo que está recibiendo Videoreport un dinero del Gobierno de Canarias), trabajos para la radio. Deduzco que se tratará de la Radio Autonómica, Canarias Radio, que ya tendría delito, pero menos que si con ese dinero que recibe Videoreport Canarias del Gobierno pagara a gente para hacer productos para emisoras que son competencia directa de la Radio Autonómica.

Coincide esto con la reducción presupuestaria del Ente Público Radiotelevisión Canaria. O sea, que el Ente podrá poner en la calle a varios redactores y quién sabe si a algún técnico de la radio porque ese trabajo lo van a hacer los chicos de la tele. Y sin pagar un euro más, que total, Videoreport Canarias puede tener una deferencia con su principal, de hecho, a día de hoy único, cliente. Tan principal cliente es que en la entrada a los centros de trabajo de Videoreport Canarias está, bien grande y visible, el logotipo de Televisión Canaria.

Así pues, Videoreport Canarias no tiene suficiente con reventar el mercado televisivo con su pretensión de poder hacer programas sin coste alguno pues los realizaría con el personal de informativos. Esto le permitiría cobrar dos veces por el mismo trabajador, trabajador adscrito con nombre y apellidos en el Boletín Oficial de Canarias a los servicios informativos, y competiría con una ventaja indudable con otras productoras que no tienen la suerte de tener una plantilla pagada por el Gobierno de Canarias (más de 18 millones de euros anuales de nuestros impuestos, no me canso de repetirlo, Paquito Chavanel, porque es una barbaridad) para hacer sus productos y venderlos a bajo precio. Porque total, a ellos no les cuesta casi nada.

No les basta con eso, con dejar fuera del juego a productoras pequeñas, con reventar el mercado de los freelances, con intentar que el personal haga páginas web como la del "museo de la música de Valencia" (el director general dixit) con dinero de todos los canarios. También quieren destruir empleo en Canarias Radio. No les vale con destrozar el mercado televisivo: hay que monopolizar todo el sector audiovisual, y hacerlo además sin gastar un euro, con el contratito con el Gobierno que, además, como no fiscaliza si el trabajo se hace bien o se hace mal, nos da libertad absoluta para hacer lo que nos plazca.

Eso, sin entrar en la organización interna, en la que ya dejan ver que su intención es premiar a los que han tenido la capacidad de traicionar a los compañeros y a sí mismos y estar dispuestos a firmar todo lo que les pongan por delante. Por supuesto, tienen que recibir sus 30 monedas de plata. Ahí las tienen.

En resumen, Videorpeort Canarias no quiere su parte del pastel. Quiere el pastel. Y a nosotros no nos termina de gustar la idea. Por supuesto, no como trabajadores, porque pretenden que hagamos más trabajo del que ya realizamos, que no es poco precisamente, trabajos para el que no hemos sido contratados y además sin recibir contraprestación de ningún tipo. No como ciudadanos, porque con nuestros impuestos se va a entregar el monopolio de un sector a una productora y a destruir empleo en el sector audiovisual. Y no como personas, individualmente, porque muchos sabemos que quieren que, con esto, puedan despedir o dejar de contratar a gente que son amigos, compañeros, con los que hemos estudiado, con los que hemos compartido trabajos, con los que quedamos para tomar algo en nuestro tiempo libre. Claro, sabemos que nuestra postura es difícil, que luchamos contra gigantes. Que, en un símil deportivo, vamos contra el rival y contra el árbitro en algunos aspectos. Sabemos que lo que nos gustaría es una situación prácticamente ideal que no beneficia los intereses de nadie en concreto, sino del sector en general, y que el jeuz parece también parte. Sabemos que esa situación ideal es muy, muy difícil. 

Pero sabemos también que tenemos que luchar por ella. Y que, si dañan el sector, que conste que no será con nuestra indiferencia..