jueves, 3 de junio de 2010

Por encima de todo

El siguiente texto ha sido recibido en nuestro e-mail y representa exclusivamente la opinión personal de uno de los trabajadores, no necesariamente del colectivo.

POR ENCIMA DE TODO
Zapatero acaba de poner fecha a una nueva reforma laboral y tras ella los sindicatos probablemente convocarán a los ciudadanos a una huelga general, la primera en los últimos siete años.  Si todo continúa como parece en cuanto a las posturas de Videoreport Canarias en este conflicto, a nosotros, nos va a pillar en medio de nuestra huelga particular para recuperar nuestro Convenio Colectivo, que ya va camino de cumplir los dos meses.
En este tiempo, hemos comprobado todos las posiciones de cada uno; hemos dado los pasos necesarios y casi rutinarios en cada negociación para solicitar unos objetivos y conseguir que impere la justicia y la paz laboral en la empresa, cediendo cuando se necesitaba, reclamando cuando era necesario.  
Antes de que Videoreport Canarias se dignase a sentarse en una mesa, recuperándose del estupor por la pérdida del Convenio, la imposición de uno menor y el horizonte de los días de huelga, los más veteranos de las redacciones no salían de su asombro al comprobar desde el primer minuto que la batalla sería diferente a las anteriores, plagada de nuevas trampas y argucias muy alejadas de la necesidad de llegar a un acuerdo para recobrar la normalidad en nuestras vidas y, sobre todo, en torno al Servicio Público que representamos, los Servicios Informativos de Televisión Canaria.  
En lugar de negociar, Videoreport Canarias dio prioridad al desarrollo de tornos electrónicos, nuevos protocolos telefónicos y mnemotécnicos, censuras en accesos a Internet y restricciones de movimiento, acompañados de un vallado integral del perímetro de los edificios y un gran refuerzo de seguridad privada en cada esquina de cada Centro de Producción desde que comenzó la huelga, allá por el 9 de abril.  
Entonces llegó el “secuestro técnico” de los Informativos, permitiendo el editado de un enlatado paralelo, puenteado para su emisión desde un sitio “secreto” del Ente todos los días, incluso durante aquellos sin paro convocado.
Desde entonces, Videoreport Canarias clausuró sus platós voluntariamente y decidió incumplir sistemáticamente el Pliego de Condiciones por el que fue contratado, arriesgándose a una sanción que podría costarle el concurso, jugando con el futuro de los trabajadores y demostrando una total indiferencia por el Servicio Público al que supuestamente nos debíamos y por el que Willy García nos regalaba la oreja 20 minutos cada año en la Fiesta de Navidad.
Luego desaparecieron los editores del Ente, destinados al sitio “secreto” para operar mejor y poder ser sobreexplotados en esta locura informativa, como permite su ¿Convenio?. Finalmente asistimos a la más baja de las maniobras: el despido (o “no renovación”) del contrato de trabajadores en desacuerdo con Videoreport Canarias. Perdían su empleo sólo por defender sus derechos laborales.
Ésos son los únicos mensajes que Videoreport Canarias ha enviado a la mayoría de sus trabajadores, descontentos con la pérdida de sus derechos laborales y expectantes ante un potencial acuerdo amistoso con sus patrones. Nunca, jamás, ha informado a sus trabajadores del estado de las negociaciones o de su disposición a cambiar tal o cuál condición. Eso sí, ha demostrado una total falta de predisposición para conseguir un acuerdo y una falta de respeto continua hacia el Comité de Huelga, al que ha llegado a convocar de madrugada y ante el que negaba la negociación hasta que el Gabinete del Presidente Paulino Rivero le obligó a sentarse.
Se ha limitado a divagar e imponer en las negociaciones, y a “dividir” a los “rebeldes” premiando a los afines: catering a todas horas, incumplimiento consentido de horarios los días de huelga, aplicación de dudosos “complementos” en las nóminas para camuflar el nuevo Convenio… Detalles insignificantes para quienes han perdido sus derechos laborales de manera ilegal, por otra parte.
Mientras, Videoreport Canarias escondía algo en la manga, el elemento clave del conflicto, destapado hace más bien poco: el deseo de que sus trabajadores pagados con dinero público, haciendo uso de los medios pagados también con dinero público, dieran además un rendimiento privado, más allá del contrato por el que le fueron adjudicados los trabajadores, cifrado en 150 millones de euros en 8 años.  Así se podrían recibir encargos privados de cualquier empresa o “cliente”, repartirlos en la redacción y cobrar otros trabajos, ya doblemente amortizados. A coste cero, por supuesto. El negocio perfecto.
Al ingente rastro de vulneraciones del Pliego y de los derechos laborales, Videoreport Canarias suma ahora la intención de obtener beneficios privados al margen del Pliego de Condiciones empleando infraestructuras y trabajadores pagados por lo público, que irían a parar a los bolsillos del accionariado de la empresa, con un capital del 74 % peninsular.
Esta interesada propuesta y sus posibles consecuencias más allá de las propiamente relativas a los trabajadores, como la aniquilación total de la Industria Audiovisual Canaria, o la pérdida de objetividad de los Servicios Informativos por conflictos de intereses privados, son de una importancia tal que justifican nuestra posición y deberían hacernos comprender que representamos a un sector de la profesión con responsabilidad pública.
Una posición, la de Videoreport Canarias, que debe alimentarnos para mantener una lucha que dura ya demasiados días y que, a este paso, nos obligará a cruzar los dedos para que coincida en la jornada de la próxima Huelga General, y así no sufrir por duplicado el recorte del triple del sueldo diario por cada día de paro.
Algo que no podríamos abandonar sin traicionar nuestros principios y autoestima, por otra parte.
Videoreport Canarias debe saber que la dignidad laboral y el cumplimiento del Servicio Público que representamos está por encima todo: de los despidos, las sanciones económicas, los absurdos recortes y la indiferencia que ridículamente nos quiere aplicar.  

5 comentarios:

  1. Y yo me pregunto, ¿Por qué no van a un juzgado de lo social a denunciarlo, como hace el resto del mundo?

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  2. Videoreport no ve más allá de sus narices

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  3. Ya se está denunciando, poco a poco4 de junio de 2010, 0:48

    Compañero, ya se han interpuesto algunas denuncias, por ejemplo en este mismo blog sale que se ha denunciado al Ente por enmascarar la huelga. Seguirán cayendo.

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  4. Muy bien escrito, sí señor... Me veo totalmente reflejado en este escrito. Nosotros, los redactores, somos el negocio. Trabajamos para varios "clientes" por el mismo precio y la empresa se llena los bolsillos. Y todavía hay redactores que piensan que sus condiciones mejoraban con la propuesta de la empresa. Vivir para ver

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  5. Yo lo que no entiendo es que la empresa imponga y el comité no lo haga, coño! Queremos nuestro convenio y ya está! No aceptamos menos. Eso es lo que tenemos que imponer, y se acabó!!!

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